En un fallo reciente, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha declarado nulo el despido de una empleada de hotel que era víctima de violencia de género. La trabajadora fue despedida debido a un supuesto «bajo rendimiento», aunque la empresa estaba al tanto de su delicada situación personal.
Esta mujer había presentado una denuncia contra su pareja y contaba con una orden de alejamiento. Las pruebas de ello, en forma de mensajes de WhatsApp, fueron determinantes. Aunque la empresa intentó desacreditar estas pruebas argumentando que las capturas eran posteriores al despido, no se presentó en el juicio para defender tal postura.
El tribunal determinó que el despido era discriminatorio y, por tanto, nulo. La resolución obliga a la compañía a readmitir a la empleada y pagarle los salarios no percibidos, además de una indemnización de 6.251 euros. Después de un recurso, esta cantidad fue incrementada a 13.752 euros.
El experto en Derecho Laboral, Francisco Trujillo, señala que cualquier evidencia de discriminación, especialmente en casos de violencia de género, puede invalidar un despido. Advirtió también que las empresas tienen la responsabilidad de proteger a las trabajadoras en este tipo de situaciones.
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